En el cuidado de la piel siempre estamos atentas a cuáles son los mejores ingredientes que debemos añadir a nuestra rutina diaria. Existen innumerables productos y una cantidad abrumadora de consejos y trucos que nos recomiendan seguir para conseguir una piel sana, radiante y más joven sin imperfecciones.
En este artículo te contaremos qué son los antioxidantes, cuáles son sus beneficios, qué tipos existen y cómo integrarlos en tu rutina diaria con el fin de conseguir la mayor eficacia posible.
Tu piel también sufre el paso del tiempo
A partir de los 25 años aproximadamente, en todo tipo de pieles empiezan a aparecer los primeros signos de envejecimiento en la piel: la tez comienza a apagarse y a perder firmeza y elasticidad. Con ello, también surgen las primeras líneas de expresión y se crean algunas primeras arrugas las cuales, con el paso del tiempo, irán en aumento y se volverán más marcadas.
Esto es debido a factores como la contaminación, los rayos UV y hábitos poco saludables de nuestro estilo de vida (como el humo del tabaco o los alimentos procesados), que hacen que la piel sufra estrés oxidativo, el cual está causado por los radicales libres. Estas moléculas, son famosas por destruir el colágeno natural y la elasticidad de la piel, provocando un envejecimiento prematuro y, en exceso, pueden llegar a ser muy dañinas.
Resultados y beneficios de usar antioxidantes
Ante la proliferación de estos radicales libres entran en juego los antioxidantes, compuestos capaces de neutralizar y estabilizarlos. De este modo, algunos de los resultados más beneficiosos de los antioxidantes son:


- Previenen el daño causado por el sol: al proteger la piel del estrés y daño oxidativo, los antioxidantes protegen las células cutáneas y permiten que se curen y regeneren a un ritmo mucho más rápido.
- Reparan y atenúan las señales de envejecimiento: este proceso de estabilización ayuda a disminuir las líneas finas y las arrugas, devolviendo un aspecto uniforme y luminoso a la piel.
- Aportan homogeneidad y regulan la hiperpigmentación: la vitamina C, un potente antioxidante, inhibe y estabiliza la enzima tirosinasa, responsable de la producción de melanina. Como resultado, iguala el tono de la piel, reduce las manchas oscuras y la hiperpigmentación.
¿Cuáles son los antioxidantes más comunes?
Aunque nuestro organismo produce antioxidantes, no son suficientes para frenar a los radicales libres. Por ello, debemos obtener el resto de fuentes externas. En este caso, la vía tópica es la manera más sencilla y eficaz de obtenerlos. Para ello, solamente debes añadir un sérum con estas propiedades en tu rutina de cuidado facial. Los más comunes, son:
Vitamina A:
También conocida como retinol, estimula la producción de colágeno y la renovación celular, reduciendo las líneas finas y las arrugas de la piel para conseguir un cutis firme. Además, también protege contra la radiación UV y ayuda a prevenir la flacidez facial.
Vitamina C:
Famosa por sus efectos iluminadores, este antioxidante contribuye a igualar el tono de la piel reduciendo y aclarando la hiperpigmentación. Entre sus efectos en la salud de la piel y del cuerpo en general, debemos remarcar su poder a la hora de disminuir el daño cutáneo, la hidratación y su capacidad de ayudar al organismo a curar las heridas.
Resveratrol:
Además de iluminar la piel y protegerla de los efectos nocivos de la radiación solar, este antioxidante es esencial para reducir la inflamación del cuerpo e incluso disminuir el desarrollo de enfermedades del corazón, cáncer y diabetes.
Niacinamida:
También conocida como nicotinamida, o B3, esta forma de vitamina B protege la piel de los daños ambientales, disminuye el enrojecimiento y el aspecto de los poros dilatados a la vez que fortalece la barrera cutánea.
Vitamina E:
Este antioxidante tiene un alto poder estimulante y regenerador celular. Por este motivo, combinada con otros cosméticos, es el componente más eficaz a la hora de ofrecer protección contra las quemaduras causadas por el sol.
Cómo alimentar tu piel con antioxidantes
Si deseas empezar a integrar alguno de estos antioxidantes pero no sabes por dónde empezar, a continuación te dejamos algunos consejos para incluir en tu rutina de cuidado facial que pueden servirte de gran ayuda.
- Entiende tu piel a la perfección: tratar de comprender qué características conforman tu piel hará que escojas un producto que se ajuste a sus necesidades y en consecuencia, sea mucho más efectivo.
- Utiliza un limpiador que retire las impurezas más profundas: una limpieza facial profunda suave y diaria es indispensable para que tu piel absorba mejor estos nutrientes. Cuando se trata de exfoliar la piel y limpiarla en profundidad, nuestro Dúo Desincrustante Efecto Glow Osmoclean compuesto por la Crema Desincrustante Suave y la Mascarilla Goma Aclaradora ofrece una doble limpieza profunda muy efectiva.
- Incorpora un sérum antioxidante: aplicar un sérum antioxidante como nuestro Age Proteom Advanced Serum logrará que después de esta limpieza tan profunda, tu piel alcance su máximo nivel de renovación celular. Su innovadora fórmula basada en biotecnología patentada preserva la juventud cutánea mientras la protege contra daños y agresiones externas y como resultado, una piel más firme, radiante y joven.
- No descuides la protección solar: más vale prevenir que curar y con la exposición solar, todavía más. Para ello, recomendamos aplicar protector solar a diario, incluso en días nublados, para proteger tu piel de los rayos UV. Para ello, te recomendamos nuestro Protector Solar Photo Reverse SPF 50+ con doble protección solar contra los rayos UVA y UVB.
Como has visto, los antioxidantes para la piel son grandes aliados a la hora de mantener y preservar su salud y juventud. No subestimes su poder y confía en ellos para mantener tu piel radiante, firme y saludable a lo largo del tiempo.