Protege tu piel del sol durante todo el año

Acaba el verano y comenzamos a guardar las cremas bronceadoras. Sin embargo, es importante protegerse del sol cada día. El sol es uno de los principales causantes del envejecimiento de la piel, pero no debe movernos solo la estética. Utilizar protección solar durante todo el año ayuda a prevenir enfermedades de la piel y la protege.

De hecho, protegerse del sol solo en verano es un error aunque sí que es cierto que en verano la radiación del sol es mucho más intensa, durante el resto del año la radiación también penetra en la piel, generando que el daño que este pueda producir sea mayor.

Ya es habitual el uso del protector solar facial en nuestra rutina diaria. De la radiación solar que llega a nosotros, una parte es bloqueada por la capa de ozono, pero gran parte nos afecta directamente. Es importante protegerse de los rayos UVB, responsables de la quemadura solar. Y además, de los rayos UVA inductores del daño a nivel celular y encargados de la hiperpigmentación. 

Este tipo de radiación ultravioleta puede llegar a penetrar en la piel, hasta llegar a las células de la dermis. Y es esta la que puede llegar a producir intolerancia al sol, enfermedades de pigmentación, envejecimiento de la piel, etc.

Por eso, los beneficios de protegerse del sol durante todo el año son muchos, y con un efecto a corto, medio y largo plazo.

1. Logramos tener una piel más hidratada y cuidada. El incorporar protectores solares en nuestra rutina diaria de belleza ayuda a reducir la producción de radicales libres. De este modo, nuestra piel está más sana y protegida durante todo el día y los efectos de los tratamientos de bellezas serán más completos.
2. Retrasamos el fotoenvejecimiento de la piel. Uno de los problemas que suele generar el sol es que acelera el envejecimiento de la piel. La penetración de los rayos UVA en la piel genera daños a las fibras de colágeno, perdiendo así elasticidad y promoviendo la aparición de arrugas. Al utilizar cremas de protección solar durante todo el año, ayudamos a protegerla.
3. Reducimos la aparición de manchas. Una exposición al sol de manera continuada y sin protección hace que se produzca mucha melanina de manera irregular. Es así como aparecen las manchas en la piel. Si te fijas, personas que trabajan al aire libre suelen tener estas manchas de manera más habitual que otras personas.
4. Minimizamos el riesgo de sufrir enfermedades de la piel. La piel es nuestra barrera de protección. Si la piel enferma, todo el resto de nuestro cuerpo lo sufre. El sol puede generar alergias, intolerancias, y por supuesto, cáncer de piel. Proteger nuestro cutis con un protector solar es una garantía para reducir los problemas que los rayos ultravioletas puedan generar.
5. Ayudamos a preparar la piel para el bronceado. Utilizar una protección solar específica para cada estación hace que esta se encuentre más preparada para los rayos UVB de verano. De este modo, además de que esté más sana, nuestra piel estará lista para recibir el sol con mayor seguridad.

A la hora de elegir un protector solar facial deberemos tener en cuenta varios aspectos:

• El factor de Protección Solar (FPS o SPF). The Skin Cancer Foundation recomienda que el factor mínimo sea de 15, y debemos fijarnos que el protector solar tenga ingredientes que bloqueen tanto los rayos UVB como los UVA.
• El tipo de piel. Según nuestro fototipo de piel, necesitaremos un tipo de protección u otra.
• La edad. No es igual la necesidad de protección de un bebé que de una persona mayor. Es importante que tengamos en cuenta cómo afecta el sol a nuestra piel y como a medida que pasan los años, esto se va modificando.

Nuestra recomendación es que, a la hora de comprar un protector solar, realices previamente un estudio de tu piel. Utiliza nuestra herramienta de diagnóstico solar, para conocer qué tipo de piel tienes y el protector solar que más se ajusta más a tus necesidades.

Y no olvides que la aplicación del protector solar de manera diaria debe integrarse en tu rutina de belleza.