Una vida ajetreada puede ser fuente de fatiga y estrés. Por eso, es importante adoptar una rutina de cuidado de la piel adecuada para mantenerla sana y con un aspecto radiante. Uno de los ingredientes estrella conocidos por su acción antifatiga es la vitamina C, una vitamina esencial para el bienestar del organismo y que también tiene múltiples beneficios para la piel.
La vitamina C es esencial para la vida
Las vitaminas - ''vita'' que significa ''vital'' - son una familia de moléculas esenciales para el organismo. La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es una vitamina indispensable para la salud. El organismo no puede sintetizarla ni almacenarla, por lo que debe ser suministrada regularmente a través de la dieta.
¿Dónde se encuentra la vitamina C?
Las fuentes de vitamina más conocidas son las naranjas, mandarinas y el zumo de naranja, capaces de aportar la dosis diaria necesaria de vitamina C, unos 110 mg al día. También se encuentra en muchos alimentos coloridos como pimientos, col, perejil, brécol, tomates, así como en frutas y cítricos. Comer 5 frutas y verduras al día permite alcanzar la ingesta necesaria de vitamina C para obtener todos sus beneficios.
Sin embargo, hay que tener cuidado al conservar los alimentos que contienen vitamina C, ya que es la más frágil de todas las vitaminas: sensible al agua, al calor, al aire y a la luz. Por ejemplo, a temperatura ambiente, la mitad del contenido de vitamina C de un alimento puede perderse en 24 horas.
Por tanto, los métodos de cocción y almacenamiento deben adaptarse para limitar las pérdidas. Los alimentos que contienen vitamina C deben cocinarse en la menor cantidad de agua posible y lo más rápidamente posible. Si se exprime un zumo de naranja, hay que beberlo inmediatamente porque pasados 30 minutos hay mucha menos vitamina C.
Esencial para el funcionamiento del organismo, la carencia de vitamina C provoca el escorbuto, una enfermedad que solía ser común entre los marineros que no encontraban vitamina C en sus alimentos (por falta de fruta fresca). De ahí el nombre de esta vitamina: A-escorbútica (a-scorbutic por antiescorbuto). La forma biológicamente activa es el ácido L-ascórbico.
¿Qué beneficios aporta la vitamina C al organismo?
- Por su función antioxidante, contribuye a neutralizar la acción de los radicales libres, protegiendo al organismo contra los daños que pueden causar. Esto contribuye a prolongar la vida de las células, haciéndolas más resistentes. Ayuda a reforzar las funciones inmunitarias del organismo.
- Mantiene sanos los vasos sanguíneos evitando que se estrechen. Ayuda a formar glóbulos rojos y también desempeña un papel fundamental en la protección del corazón, actuando como agente preventivo contra las enfermedades cardíacas, el colesterol alto y la hipertensión arterial.
- Mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y la ansiedad: varios estudios muestran una relación entre el aumento del consumo de vitamina C y la reducción de los trastornos del estado de ánimo.
- Favorece la pérdida de peso: el consumo de alimentos ricos en vitamina C, así como de suplementos de vitamina C, puede ser de gran ayuda para quienes desean bajar de peso. Desempeña un papel fundamental en el control de los niveles de azúcar en sangre y favorece la oxidación de las grasas durante el ejercicio. También ayuda a absorber el hierro contenido en las plantas. De hecho, las personas con carencias de vitamina C tienen más dificultades para perder grasa que las que toman la cantidad recomendada de esta vitamina.
¿Cuál es el efecto de la vitamina C sobre la piel?
- La vitamina C contribuye a la cicatrización de heridas y lesiones: favorece el desarrollo de la producción de colágeno, presente en huesos, tendones, ligamentos, vasos sanguíneos, dientes, piel y otros órganos.
- Favorece la salud de la piel, el cabello y las uñas: contribuye a la elasticidad de la piel, previene la aparición de estrías, favorece el crecimiento y el fortalecimiento del cabello y mantiene la integridad de las uñas.
- Contribuye a ralentizar el proceso de envejecimiento: sus propiedades antioxidantes y su importante papel en la síntesis de colágeno hacen de la vitamina C un ingrediente importante contra el envejecimiento prematuro. El consumo de vitamina C ayuda a combatir los daños causados por las toxinas en nuestra vida diaria y frena los efectos de los radicales libres en nuestro organismo, ralentizando el proceso de envejecimiento de las células y previniendo las líneas de expresión y la sequedad de la piel.
¿Cuáles son sus propiedades en cosmética?
En la piel, la vitamina C tiene principalmente una acción antioxidante, despigmentante y estimulante de la producción de colágeno. Por lo que es recomendable aplicar un sérum de vitamina C para la cara, cuello y escote a diario.
ANTIOXIDANTE
Tras la exposición a la radiación UV, se ha comprobado que la cantidad de vitamina C se reduce drásticamente (hasta 2/3), lo que demuestra que es un potente antioxidante ideal para neutralizar los radicales libres.
También se ha demostrado que la aplicación de ácido L-ascórbico en la piel aumenta significativamente la concentración de vitamina C y contrarresta el daño celular inducido por los rayos UV (incluidos el eritema y la muerte celular) al eliminar los radicales libres.
ANTI-MANCHAS
El ácido L-ascórbico actúa a dos niveles sobre la pigmentación de la piel: inhibe una enzima implicada en la producción de melanina (tirosina) y, por otra parte, disminuye las melaninas oxidadas, lo que reduce las manchas. Estas propiedades despigmentantes confieren a la Vitamina C una fuerte eficacia anti manchas y aclarante, demostrada in vivo por numerosos estudios (ingrediente reconocido como cuasi fármaco en Japón...).
ALISANTE
La vitamina C participa en la síntesis del colágeno, esencial para la estructura de la piel. Se ha demostrado que la vitamina C estimula la biosíntesis de colágeno por las células de la dermis (los fibroblastos), así como la proliferación de estas mismas células. Estas acciones complementarias contribuyen al mantenimiento de un tejido de colágeno maduro que confiere a la piel su firmeza y resistencia mecánica.